La masculinización de la mujer
"El sexo débil.", esa es la definición que algunos aún tienen para referirse a la mujer. Desde hace muchos años somos nosotras las que nos hemos tenido que abanderar para luchar por nuestros derechos & apelar a una igualdad... Igualdad? Nunca seremos iguales.
Gracias a Coco Chanel, la mujer se empezó a liberar. Dior nunca pasó de moda... Pero claramente fue esta diseñadora francesa quien le mostró a las féminas el otro lado del vestuario femenino. Lo que hoy nos parece tan normal, en ese tiempo, era toda una revelación: Los trajes de 2 piezas & libres de corsés.
En ese proceso en que nos fuimos poniendo literalmente los pantalones, hubieron momentos en que ni se nos preguntó si queríamos hacerlo: La guerra hizo que muchas tomaran el lugar del marido & se enfundaran en overoles para cumplir con las faenas.
De a poco la mujer se fue abriendo a un nuevo mundo. Sin embargo, ante este nuevo mundo, hubieron quienes salieron al paso. Siempre se pensó (& se sigue pensando) que la mujer debe vestirse de ejecutiva (& de paso, parecido al hombre) para realizar negocios, hablar de política o ser tomada en cuenta en la sociedad. Está claro que nuestra vestimenta es un código social, pero también es comunicación & masculinizarse no es la forma.
Ser mujer no es ser menos que el hombre... Por tanto, vestirse como tal & no disfrazarse de hombre para decir lo que queremos decir, es lo más lógico. Los trajes están bien, los sombreros están bien, las chaquetas están bien... Todo está bien, pero, podríamos usarlos con responsabilidad? Casi como si se tratara de alcohol.
Las mujeres podemos llevar faldas, maquillarnos & hacernos la manicure; eso no nos hace menos creíbles que los hombres o quedar fuera del grupo de los que opinan. Que la masculinización exista para usar esa chaqueta de cortes bruscos que tanto nos gustó, como arma de seducción o simplemente por gusto, pero no para crear un espejismo en el cual quienes queremos que nos escuchen (los hombres) se vean reflejados & así prestarnos atención.