Más de 13.000 personas pudieron disfrutar del gran espectáculo que ofreció la diva; después de 20 minutos eternos de espera, salió al escenario con un traje dorado interpretando "Crazy in love".
Como ya lo adelantabamos, cantó gran parte del disco "I am... Sasha Fierce" con "Videophone" incluído. Además, incluyó temas de "B-day" y por supuesto, éxitos de su grupo Destiny's Child que hicieron vibrar al público presente; luego, interpretó una canción de Alanis Morrisette y Sarah McLahan...
También le hizo un homenaje a Michael Jackson dedicandole la canción "Halo" y cantando de rodillas ante su imagen.
Su cuerpo de baile, las Suga Mama y la gran pantalla a sus espaldas, apoyan la puesta en escena de B que aparte de cantar como ninguna, baila, interactúa con el público y jamás falla. Preciosa y afable, apenas pisa el escenario, se adueña del recinto y nosotros, el público, a sus pies... Si ella decía que levantaramos los brazos, lo hacíamos; si nos pedía que gritaramos su nombre, lo gritabamos... Era inevitable.
Podría seguir escribiendo sobre Beyoncé, pero no sé si existan las palabras para describirlo...
