Sí... Es cierto. Muchos los relacionan con el stress que genera esta época: Los regalos. Y sí, lo entiendo; no es muy grato recorrer la ciudad con 30º abriéndose camino entre la multitud para luego gastar un poco más de tiempo en elegir correctamente ese obsequio que costará dinero & que además debes envolver con cinta & todo. Pero, vamos, es por un bien mayor.
Porque sí... Los regalos son muchas veces emocionantes, sobretodo cuando es algo que realmente queremos o necesitamos & paf! Llega. Pero el otro lado de la navidad, ese que todos se dedican a destacar (& que yo también procedo a hacerlo) es el que realmente importa... Estar con la familia, los seres queridos; buscar esa paz interior & sacarla a relucir. Sentirse agradecidos... Tantos regalos que viven implícitos en nuestra existencia diaria pero que pocas veces notamos & nos detenemos a agradecer.
Creyentes o no, hagamos de esta fiesta una excusa para celebrar & unirnos... Yo también he pasado navidades no tan lindas pero no por eso perpetuo esos sentimientos para todas & cada una de las que se vienen; tendríamos que pasar la vida entera evitando aquellos números en el calendario que alguna vez se nos hicieron desagradables.
Que nadie se olvide tampoco de los villancicos... Las tarjetas de navidad & esos adornos que no se sacan en ninguna otra fecha del año. Encuentras cosas que ni sabías que tenías & las luces, típico que hay que cambiarlas porque o se quemaron o ya no funcionan... O esas melodías que traen algunas, características solo de esta fecha (& también de música de espera telefónica en algunas empresas).
Entonces, a adornar el arbolito se ha dicho & escribirle la carta al Viejito Pascuero... Comer cosas ricas, el pan de pascua nunca viene mal, los cupcakes o el helado (con el calor que hace por estos lados)... Y que se cumplan todos nuestros deseos.
