Debo reconocer que mi orden a veces cae en el desorden... Pero un desorden ordenado. Sin embargo, mas allá de los cajones, muebles o estantes, mi clóset es un lugar muy importante. Además de eso, se viene el invierno, los grados de importancia en las prendas cambian y con los nuevos ingredientes que llegan a encontrar su lugar, hay que acomodar las cosas. ¡Es por eso, que me he dispuesto a limpiarlo! Y aunque muchas veces parezca que no tiene ni pies ni cabeza y me quedo gastando el tiempo mirando el caos sin saber por dónde empezar, siempre existe una forma...
Paso 1 Vaciar el clóset, por supuesto. ¡Sacar todo! Aunque sea como un bulto amorfo... Desordenarlo un poco más para retirarlo no empeorará las cosas ni hará más daño.
Paso 2 ¡Limpiar! Barrer, sacudir, aspirar... Si es necesario poner cositas para las polillas yinsecticida para los bichitos, este es el momento.
Paso 3 Separar la ropa de la que usas y la que no. ¿Para qué seguir ocupando espacio de forma irresponsable? Eso sí, ¡pon atención! Hay ropa en mal estado que ya está inutilizable y se irá a la basura, como también ropa que no te gusta, no te queda o está pasada de moda pero que sí tiene vida útil; podrías aprovechar la ocasión para donarla.
Paso 4 Si en verdad no la usas... No la mantengas. Sí, es verdad, te encariñaste, pero no es necesario que siga ahí; ¿para qué?
Paso 5 Hay ropa que quedó en la pila de la usable pero que puede estar dañada... Déjala a mano para repararla.
Paso 6 Clasifica todo. ¿Con qué criterio? Estación, frecuencia de uso y ocasión. Solo así sabrás qué debe quedar más a mano y qué puede quedar más invisible...
Paso 7 Los zapatos también existen y en el caso de que habiten en el clóset, ordénalos por protagonismo.
Paso 8 No cuelgues ropa en los ganchos que no tienen necesidad de estar ahí, solo entorpecen la organización de las prendas...
Paso 9 Intenta acomodar las prendas por especie, es decir, ropa interior con ropa interior y no sumarle vecinos de una raza muy diferente, solo te vas a confundir.
Paso 10 Comprueba que todo esté en su sitio y que lo que usas a menudo quedó a tu alcance... Además, que la distribución de los espacios sea lo suficientemente agradable y práctica para que te ayude a mantener el orden & que no sea solo por hoy.
Esa es mi receta... Al menos, la que me resulta y me acomoda. Cada uno puede buscar sus propios métodos, pero una pequeña guía nunca está demás (lo digo como procrastinadora profesional y claro, experiencia propia). Todo eso acompañado de buena música o no sé, lo que les brinde concentración. La idea es estar en la disposición, porque lo que es yo sí quiero ver mi closet ordenado. ¡Suerte con el suyo! Tengo bastante trabajo por hacer...